Carmen Maestre - Escritora
Cuando tenía siete años, y aún no era tan conocida la práctica del trueque como hoy, yo ya la utilizaba intercambiando historias por trabajos manuales con mis compañeras de clase. Lo hacía en formato radiofónico. Me inventaba la sintonía, el guión, los personajes, el tono… Y mientras las demás se encargaban de mi tarea, yo las entretenía imitando voces, tarareando y simulando intriga o misterio porque reconozco que siempre, siempre, me han fascinado las historias fantásticas y sobrenaturales al más puro estilo de Bécquer, Conan Doyle o Allan Poe. Con siete años mi don fluía libre, sin complejos ni vergüenza. Luego el juicio, la desvalorización y la búsqueda de lo perfecto me llenaron de dudas e inseguridad…, y mi don quedó escondido al igual que mis escritos y mis cuentos, sólo compartidos en contadas ocasiones y con personas escogidas. Me hizo falta comprobar muchas veces que lo que escribía gustaba a los demás para empezar a soñar en publicar. Y luego necesité una historia que llenara mi corazón hasta tal punto que consideré casi una obligación compartirla. Esa historia fue “El universo dibujado”, y, al igual que Paula, su protagonista, me embarqué en un viaje de regreso a mí misma, que aun prosigue. Desde mis siete años hasta hoy, muchas palabras han venido a formar parte de mis tesoros: lo leído, lo escrito, lo narrado, lo expresado. Amo la palabra como aliento de vida que es, creadora de mundos y realidades, llave y clave para el encuentro de las almas, para la íntima conexión entre sensibilidades hermanas. Después de mucho caminar he acabado comprendiendo que mi don tiene que ver con esto: la palabra, la comunicación, la expresión. Este don me ha acompañado siempre, aunque a veces lo he dejado reposando en un cajón remoto de mi alma, dispuesto a auxiliarme cada vez que lo llamaba. Ahora te reivindico y te muestro orgullosa, mi don, mi tesoro…, y te comparto. Gracias a la vida que te trajo a mí.

Reconocerlo y abrazarlo es la única manera que encuentro para estar en paz, reconciliada, enraizada en la vida, con confianza y disfrute. Y también con amor. Por ello, mis cuentos van dirigidos a cualquier público, ya que es tan necesario para un niño como para un adulto mirarse, reconocerse, hacer brillar sus dones y talentos, y recordar el camino al hogar, el camino a uno mismo.
Desde el año 2009 en que publiqué mi primera novela, tengo el gran privilegio de formar parte del circuito de autores del Centro Andaluz de las Letras, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía; en concreto formo parte del programa “Letras minúsculas, letras jóvenes”, a través del cual he participado en numerosos encuentros de autora con niños y niñas en centros educativos de las provincias de Huelva y Sevilla. Al final de esta página podéis encontrar el enlace a mi perfil como autora de este programa de la Junta de Andalucía.
A través del Centro Andaluz de las Letras también he tenido la oportunidad de mostrar públicamente una parte de mí que hasta el momento permanecía reservada a mi ámbito privado, me refiero a mi faceta poética. En el año 2017 por fin se completó el programa “Poetical” en la provincia de Sevilla. Este programa es un registro sonoro de voces de poetas andaluces, en el cual participé con mi poema titulado “Encontrar”, que gira alrededor de uno de los temas clave en mi obra: encontrar un lugar en el mundo… volver a casa, al hogar interior. Podéis acceder al archivo de audio en el siguiente enlace:
https://www.ivoox.com/carmen-maestre-encontrar-audios-mp3_rf_22582726_1.html?autoplay=true
Perfil de Carmen Maestre como autora dentro del programa Letras Minúsculas, Letras Jóvenes, del Círculo Andaluz de las Letras:
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras/autores/carmen-maestre